En 1995 Jolanda van den Berg, de 30 años, fue de vacaciones a Perú. En Cusco, la antigua capital inca, fue conmovida por las terribles condiciones en las que muchos niños vivían y viven hasta hoy en día. En chozas primitivas, a menudo sin padre, o un padre que toma mucho, y una madre para quien es imposible cuidar a todos sus hijos. A veces los niños incluso son completamente abandonados.
Niños pequeños viven en la calle todo el día y tratan de juntar comida. Entran en Contactoo con violencia (doméstica) estructural y son desatendidos en los aspectos más básicos.
Cuando estaba de vuelta en los Países Bajos, Jolanda no podía olvidar lo que había visto, por lo que decidió abandonar su hogar e instalarse en el Cusco un año más tarde. Sin plan específico, pero con la intención de ayudar a los niños sin hogar y la creencia de que tendría éxito.
¡Y mientras tanto esto ciertamente ha realizado!
Inicialmente Jolanda literalmente recogió 12 chicos de la calle para hacerse cargo de cuidarlos. El tribunal de menores le asigno la custodia sobre los niños hasta los 18 años por lo cual les permitía formar una familia.
La misión de Jolanda, y por lo tanto también de la Fundación Niños, es mejorar las vidas y las perspectivas para el futuro de tantos niños desfavorecidos y desatendidos como sea posible.
Su lema inicial: "Si solo pudiera ayudar a uno," siempre ha sido un incentivo. Pero, mientras tanto, ayuda a más de 600 niños por día. Y el número va en aumento. Mientras tanto, el proyecto Niños es un concepto en el Cusco y Jolanda sigue siendo la fuerza impulsadora.
Además de los seis centenares de niños, ella ha creado empleo para más de 80 peruanos. Estas personas son necesarias para una organización que cada vez esta creciendo más. Ellos, a su vez, mantienen sus familias, por lo que se podría multiplicar los 80 por 5. En total ahora hay 1.000 personas que se benefician del hecho de que Jolanda alguna vez dio el paso valiente de partir por Cusco. Para asegurar un flujo constante de ingresos,
Jolanda no sólo creó la Fundación Niños, pero también comenzó con el negocio de un hotel, cuyos ingresos se destinan íntegramente al proyecto.
Con la ayuda de un patrocinador, Jolanda pudo empesar su propio negocio "Ninos Hotel SCRL" y comprar un antiguo casa colonial en el centro de Cusco. Con la compra de esta atractiva casa su deseo de poseer un ingreso propio para el proyecto Niños se cumple: el Niños hotel de la calle Meloq. Por otra parte, ella misma y sus 12 niños peruanos, podían usar una parte de este edificio para vivir. El hotel se convirtió rápidamente en un éxito enorme. Turistas de todo el mundo hasta ahora vienen a hospedarse con mucho placer.
Con los ingresos del hotel, además de donaciones procedentes de los Países Bajos, poco tiempo después Jolanda pudo comprar un terreno para construir el primer restaurante para niños. En este lugar, mucho mas niños que solo sus 12 hijos podían llegar a comer y también atención, seguridad y espacio para jugar y desarrollarse.
Mientras tanto, 15 años después, hay cinco restaurantes para niños, dos hoteles en la ciudad de Cusco y una Hacienda con caballos fuera de Cusco. Esta Hacienda es un lugar idílico a media hora de la ciudad, rodeado de montañas.
Por otra parte, existen en las áreas de los restaurantes para niños una sala de deportes, dos bibliotecas y una película realizada. Durante diez años, más de 150 constructores tuvieron que hacer este trabajo a todos construir o renovar.